Cuerpos policiales del estado de California irrumpieron la madrugada de este jueves en un campamento propalestina instalado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA); realizando decenas de arrestos, a demás de lanzar granadas aturdidoras contra los manifestantes y desmantelar el campamento.
La represión policial antes del amanecer en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés) marcó el último punto álgido en las crecientes tensiones en los campus universitarios de Estados Unidos, donde las protestas por la guerra de Israel en Gaza han provocado enfrentamientos entre estudiantes entre sí y con las fuerzas del orden.
Al menos 132 manifestantes fueron detenidos por la policía luego del asalto en el campus universitario de la UCLA.
“Podrían ser más, pero es lo último que sé”, aseguró el sargento Alejandro Rubio, portavoz de la División Sur de California Highway Patrol, acerca de la cantidad de detenidos.
La policía estuvieron anunciando durante horas a través de megafonía que arrestarían a quienes no abandonaran el campamento de forma voluntaria; finalmente, a las 3:15 de la madrugada, los oficiales procedieron.
En el lugar se congregaron entre 300 y 500 personas, según informó el canal de televisión local KABC-TV.
Desde que las autoridades de la UCLA declararon la “ilegalidad” del campamento el martes, algunos manifestantes habían empezado a prepararse con cascos y lentes de protección para el gas pimienta.
Imágenes de televisión en vivo mostraron a los agentes desmontando tiendas de campaña, destrozando barricadas y desalojando el campamento, mientras que los manifestantes arrestados estaban sentados con las manos atadas a la espalda con bridas.
Los estudiantes se han manifestado o instalado tiendas de campaña en docenas de escuelas en los últimos días, pidiendo al presidente Joe Biden, quien ha apoyado el derecho de Israel a defenderse, que haga más para detener el derramamiento de sangre en Gaza y exigiendo que las escuelas desinviertan en empresas que apoyan al gobierno de Israel.
Con información de Reuters.