Comparte en tus redes

Artículo de Opinión

La historia política venezolana, particularmente la de la izquierda ha sido forjada y posible por la lealtad de sus militantes. Mirando hacia atrás en la lucha centenaria de la constitución de los partidos, los socialistas, sus juventudes, no sólo son defensores de esta práctica, sino también practicantes del concepto ideológico.

La lucha ideológica hoy se ve amenazada ante la hegemonía y la globalización del liberalismo en sus distintas formas, esta rechaza los valores ideológicos y plantea una “convivencia” sin principios, dando origen a un estilo decadente que conduce a la degeneración política. No hay posibilidad de creer en el socialismo, en el chavismo, pero sin estar dispuestos a practicarlo plenamente.

Especialmente en la coyuntura actual, donde resurgen prácticas neocoloniales y neofascistas, sus actores no han escatimado sus infames pretensiones en penetrar en las estructuras políticas de todos los niveles, no solo de Venezuela si no del mundo que plantea una alternativa a su sistema depredador. Sin embargo, la razón no ha bastado para mantenernos inclaudicables, las lealtades seguirán siendo la aorta vital para la continuidad de los procesos políticos; tal y como es la Revolución Bolivariana y esta nueva etapa de transformación, comandada por el Presidente Nicolás Maduro Moros. La clave de la lealtad política absoluta al líder de la Revolución Bolivariana, reside en la palabra “absoluta”, que significa única, completa, incondicional, no permeada.

El General en Jefe Pérez Arcay, repetía en sus disertaciones que las atenciones a los equipos y liderazgos había que atenderse con una mano un látigo y la otra, una pluma para curar la herida. Los militantes chavistas debemos combatir el liberalismo y las discrepancias sobre la base de la independencia de clase, las diferencias en tendencias, el socialismo científico y el internacionalismo revolucionario. Esto a propósito de siempre subsanar las diferencias, teniendo magnificencia, moderación, paciencia, y respeto.

Especialmente en las coyunturas históricas más críticas de la humanidad y de la historia de Venezuela, la voluntad y la lealtad política han sido las herramientas claves para superar las dificultades, salvaguardando así la paz nacional y la unidad de todo el partido. Al entrar en una nueva era de las 7T en el camino hacia la transformación política y económica del país, es necesario contar con las voluntades más auténticas y subsanar en unión nacional y conciencia de hierro las heridas que subyacen por un sistema capitalista que resiste su inminente debacle.

Por Erikmar Balza


Comparte en tus redes
Author

Escribe un Comentario